Dienstag, 23. September 2008

TuercaTornilloagua

Era una pareja estable, lo más estable posible en estos tiempos que corren de grandes individualidades, estupendas carreras universitarias femeninas y liberadas señoritas que enseñan el ombligo por encima de los 35 digo por encima de la cintura del pantalón.
Por supuesto que vivían cada uno en su casa aunque diré en honor al escarnio que él en casa de sus papas, pero era un chico bueno, agradable, trabajador y todo lo independiente que se puede ser cuando se depende de la comida hecha por mama y de los entretenimientos aconsejados por su novia.
Si, supongo que eran felices por lo menos no decían lo contrario y él hacia todo lo posible por no soliviantar la personalidad de ella. Ella era recta, honesta, sincera y con principios fundamentales basados en la unidad de destino en lo universal. Vamos, modernos, actuales, jóvenes e independientes, con estatuto de autonomía muy claro y establecido, cada uno podía tener sus secretos, pequeños y no importantes, pero secretos al fin y al cabo, cada tenía su trabajo, sabían de informática y manejaban el ordenador con soltura, cada uno tenía sus amigos y de vez en cuando salían con amigos comunes, cada uno tenía sus ex, ¡Ah... los ex!, principalmente eran de ella claro, de él casi no, tenía una pero ná, nada importante, ella sí, ella tenía ex y algunos importantes, ¡cómo lloraba él cuando sentía amenazado su estatus de novio principal y con derechos! .
Bien, el caso es que así estaban las cosas hasta que ella encontró alguien a quien poder ayudar como ella siempre había imaginado y como siempre había querido, lo encontró por ahí de casualidad (aunque ya sabemos que no existen) le gusto tanto que se quedo con ese chico, lo adoptó emocionalmente.
“El otro” no era como “él”, en nada se parecía, ni siquiera en el peso ni en la altura, eran como una gota de agua y un tornillo, “él” dócil, suave, moldeable…”el otro” rígido, duro, pasado de rosca…Ya ves, la vida te da sorpresas.
Ella se elevo y se elevo y se elevo, tanto que casi toca el cielo ¿pero qué coño nos puede dar un tornillo? y al final el tornillo acabo cayéndo y chocando con el dedo gordo del píe de ella y tanto daño le hizo que aparte del juanete que le salio, bajó y bajó y tanto bajó que puso los pies en el suelo. Si, “ella” puso los píes en el suelo.
Una vez en tierra firme empezó a arreglar lo que la ilusión la imaginación y la esperanza de una vida mejor con el tornillo estropearon. Como primera medida ella invitó a él a vivir juntos, pensó que un clavo saca a otro clavo y que viviendo con su novio podría alcanzar esa tranquilidad y estabilidad que tanto buscó con el tornillo y que solo la gota de agua parecía darle, total si no se la mueve mucho, se está quieta y se convierte en gota de agua estancada. Así lo hizo y así empezó otra nueva historia. Esta vez ella no se dejaría llevar por la atracción que produce una rosca pasada o tales formas recias y fuertes del tornillo. Aparto al tornillo y se acerco a la gota de agua.

¿Sufría?, Si, sufría porque no podía estar contenta, al fin y al cabo ella quería aburrimiento pero no de ese tipo, tipo estanque dorado estancado que le proporcionaba su gota de agua. En el fondo ella era una tuerca, para más inri del mismo diámetro que el tornillo, enmascarada de puntiaguda escárpia, recta, en ángulo, sabía que encajaría en el tornillo pero… por encima de la felicidad alborotada y fuegoartificial estaba el orden, la verdad, la honestidad, los principios... ¿acaso no era recta y en ángulo?

Dejo al tornillo abandonado a su suerte, ella siempre pensó que alguien lo recogería como ella misma lo había hecho y se supone que siguió esperando o quizá buscando lo que no pudo ver en el tornillo y que nunca vería en la gota de agua; ¿Qué?... “El amor entre personas diferentes”.
Ese amor que no se puede entender, que jamás nadie nos explica, que cuando lo tenemos delante de nuestras narices pensamos que algo que produce tales sentimientos, emociones, tales inconcebibles desesperaciones de deseo y ganas de fundirse, no puede ser amor, pensamos que es pitorreo y que se rien de mi. Algo tan poderoso e incontrolable no puede ser amor, será otra cosa pero amor no.
Y como los tontos lo acabamos perdiendo para siempre, acabamos olvidándo en qué rincón tiramos al tornillo.

3 comentarios:

Anonym hat gesagt…

"Tu" tuerca vive muy contenta y feliz lejos de ti. Eres tu quien no se despega de la tuerca y sin la que pareces tener ningún tipo de identidad. Concéntrate en tu mundo de hienas. La honestidad y los principios no te sientan bien.

Anonym hat gesagt…

Se que estas mal y por eso seré respetuoso. Me alegro de que al final me hayas ayudado a volver al mundo de la heroína, a fumar chinos. Gracias.
¡Qué Dios te lo pague!

Jody Dito

Anonym hat gesagt…

Se de que son producto tus palabras por lo que solo me sale compasión ante ellas y te pido disculpas por lo que haya podido molestar a ti o al que haya podido leer puesto que yo, mejor que nadie, puedo afirmar la inmensidad de tu corazón.