Dienstag, 28. Juli 2009

Soledad

La soledad es una palabra en si misma que no tiene ningún significado concreto. Esta palabra como todas las demás que forman el vocabulario con el que nos entendemos los humanos adquiere su significado en cuanto nosotros se lo damos.
Etiquetamos las palabras, todo lo que vemos.
Cualquier cosa que existe es etiquetado, añadimos un concepto para todo ello, así todo lo conocido tiene significado y por lo tanto podemos entendernos, comunicarnos.

La soledad es buena unas veces y es mala otras veces para una misma persona, adquiere los dos significados, un momento es buena y necesaria y se busca con ahínco para poseerla, otras veces es mala se rechaza y huimos de ella como si fuese el mismísimo diablo.

Los dos conceptos son válidos y nos sirven para comunicarnos y vivir esta vida que intentamos por todos los medios controlar. Tanto es así que nos hemos inventado significados y hemos encasillado en compartimentos cualquier cosa que existe o que aparece ante nuestros ojos.

Sé que en ocasiones me he encontrado con personas que no soportan estar solas, puede que ellas ni siquiera sepan que no les es posible permanecer en soledad. He visto personas que aborrecen la soledad y todo su esfuerzo se dirige hacia un estado en el que no permanezcan ni un segundo en soledad. Buscan y buscan compañía como si fuese una enfermedad que poseen. Como si solamente el mantener alejada la soledad de ellos fuese la medicina que les cura de esa sensación insoportable y desasosegante
Que las embarga en los momentos que se ven en soledad.

Ellas buscan otra persona que permanezca a su lado, puede que a veces ni siquiera busquen lo mejor para ellas o busquen buenas personas, ni siquiera tratan de elegir a buenas personas para que les hagan compañía. Solo necesitan estar acompañadas, necesitan estar fuera de la soledad. Cuando una de esas personas que encuentran para evitar enfermar de soledad se va, por cualquier motivo o la expulsan de su lado, inmediatamente o incluso antes de que desaparezca la persona con la que estaban, ya buscan otra, la buscan y la buscan. Siempre encuentran a alguien. No le está permitido permanecer en soledad ni un solo segundo de su existencia.

Yo he conocido a personas así.

Yo mismo tengo sentimientos ambivalentes ante esa palabra; SOLEDAD. Yo mismo me sorprendo teniendo miedo de estar solo y busco a otra persona que pueda darme la mano, sentir su calor, sentir su vida y sentirme tranquilo y protegido porque ya no estoy en soledad. Lo busco muchas veces, si.
Sobre todo necesito una pareja con la que sentirme seguro y feliz, necesito alguien quien me comprenda y que acepte mi ser, necesito estar al lado de otra vida como la mía. Hay veces que es lo más importante para mi poder mirar a alguien a los ojos y sentirme compartido por esa Alma. Me he visto llorar de felicidad por tener la suerte de estar al lado de alguien a quien he buscado y he deseado que permanezca a mi lado ahuyentando a la soledad. Ha habido veces que he tenido tanta tanta suerte y me he encontrado tan maravillosamente satisfecho que no puedo por más que dar la gracias primero a esa persona que me ha hecho sentir eso y después a la propia vida que me la facilitó.

Pero…

Pero otras veces no es así.
De repente sin saber muy bien el porqué, estoy solo saboreando sin aditivos la soledad. Me la encuentro en todo su esplendor, todo lo abarca, es la soledad la que forma el horizonte que alcanzo a ver con mis ojos. Mire donde mire solo hay soledad y nada más que soledad. Y no me queda más remedio que aceptarla sin quererlo, porque no hay posibilidad de luchar o hacer algo contra esa situación.

Yo, ahora, yo ahora estoy dentro de Ella. Me encuentro rodeado y absolutamente impregnado de la soledad. Sé que no puedo escapar, sé que estoy en Ella, sé que no me equivoco. Estoy solo y en soledad. ¿Qué significado tendría que dar a esa palabra para sentirme mejor? ¿Es posible salvarse de esa manera? Parece sencillo, simplemente aceptando el significado contrario, aceptando que la soledad es buena y nos hace avanzar en nuestro conocimiento, en el conocimiento de uno mismo, pues pareciera que habríamos resuelto el rompecabezas.
No parece que funcione así aunque no estoy seguro porque yo no sé nada. Hace poco descubrí que no sabía nada.
Pensaba que era listo y que sabía muchas cosas, tenia la sensación de que venía de vuelta de todas las cosas. No había o había poca gente que pudiera poner en duda lo que yo sabia y había adquirido por haber vivido mi propia vida.

Pero me doy cuenta de que no sé nada, y lo confieso con toda mi sinceridad y humildad de la que soy capaz. No he avanzado mucho en esta vida, me he equivocado tantas veces que estoy empezando a estar seguro de que mi castigo es y será el permanecer en la SOLEDAD.
Ahora lo estoy, tendré que disfrutar de ella. Ahora estoy solo.
Estoy en Soledad.